La educación, por definición, es una responsabilidad de los padres y las autoridades educativas, y son las instituciones -no los mismos estudiantes- quienes deben responsabilizarse por enseñar debates y ciencias auténticas, no pseudociencias y controversias fabricadas.
Enseñar creacionismo en las escuelas no es una victoria de la “libertad de expresión”, es un fracaso de la responsabilidad colectiva para proporcionar una educación universal y basada en evidencias.
Eduardo Robredo “La revolución naturalista“
on 25 noviembre, 2008